Siempre jugué con todo lo que caía en mis manos.
Servía comiditas que preparaba con hojas,
flores y ramas; tomaba el té con mis muñecas
y echaba a volar la imaginación; armaba casas
en las piedras y árboles con una sábana vieja y
tres cojines y jugaba por horas.
2014
Mis juguetes fueron lo más sagrado que tuve
cuando niña. Fueron tan parte de mi vida que
los sigo extrañando. Tenía pocos juguetes, pero
muy queridos, y con ellos volé a dimensiones
desconocidas. Fueron mis más leales compañeros.
¡Cómo olvidarlos!
2014
Jugué mucho de niña. Todo era divertido,
pero las muñecas fueron mi pasión. Después,
las comiditas con lodo, pétalos y plantas.
2014
Las muñecas fueron artículo de primera necesidad
en mi infancia. Jugué muchos años con ellas. Les daba
de comer, las paseaba, arrullaba, cantaba; les platicaba
y hablaba por las dos con unos diálogos maravillosos.
También reíamos y llorábamos juntas. Fueron una
gran compañía.
2014
Mi mamá nos hacía toda la ropa cuando
éramos chicos. Había vestidos de fiesta
que hacía para mi hermana la más grande.
Luego los usaba la segunda y después
me tocaban a mí. Hasta que me rebelé.
Lo que más quería era comprar un vestido
en una tienda. Hasta a mis muñecas les
hacía vestidos y suéteres.
2014
Siempre me ha llamado la atención lo que
crecemos en el primer año de vida. De depender
al cien por ciento aprendemos a caminar, a comer,
a hablar y a descubrirlo todo.
Después, el tiempo pasa lentamente, hasta que
llegamos a la vejez y nuevamente el tiempo se
va extremadamente rápido hasta regresar a la
más tierna infancia. Y desaparecemos
2014
Recuerdo en mi casa en la más tierna infancia,
en la cocina, escuchar en la radio “¡Kaaalimáááán!”
o Chucho el Roto. Tal parecía que la estábamos
viendo en vez de escuchando, se imaginaba uno
perfectamente a Kalimán Guzmán luchando
contra el adversario. Y con Chucho el Roto, la
cual teníamos prohibida por ser un culebrón, nos
hacía reír y llorar de los dramones que narraba.
2014
Tuve la abuela materna más divertida del mundo.
No sé si me llevaba al circo para que me divirtiera yo
o para divertirse ella. Se emocionaba, gritaba, se
tapaba los ojos para no ver las acrobacias en el aire,
aunque siempre dejaba un agujerito para verlo todo.
Se emocionaba de tal manera que acabábamos
siempre abrazadas y muertas de risa.
2014
Con la misma abuela recorría el mundo.
Ese perro debe de ser ruso, me decía; el
elefante viene de África, el domador de Egipto
y así cada quién venía de algún lado. Luego
revisábamos cada lugar del que habíamos
hablado para saber si nos había faltado alguien
o si nos habíamos equivocado. Así aprendí el
mapamundi. Yo sentía que todos eran muy
felices en el circo, pues viajaban mucho juntos
y se divertían trabajando. Luego supe lo duro
que es.
2014
Viví pelona hasta los tres años. Me decían
que me iba a salir pelo de ángel y me lo
cumplieron, me salió bien delgadito.
Había veces que mi papá me rasuraba la
cabeza, me acuerdo perfecto. Otras iba yo
a la peluquería porque ya estaba muy peluda.
Iba feliz, y saliendo quería ir a visitar a quien
fuera para que me viera.
¡Qué seguridad la mía!
2014
Nadie escoge dónde nacer. Algunos
nacemos con mucha suerte y muchas
oportunidades sin siquiera saber por
qué o si lo merecemos. Muchos más
nacen sin ninguna oportunidad.
¿Quién decide por nosotros?
2014
Aprendí a nadar sola en el mar, sin estilo
ni figura, pero aprendí.
Más grande, tomé clases de natación y el
profesor decidió inscribirme en unas
competencias en la Magdalena Mixhuca.
Cuando íbamos de camino en el coche yo
rezaba para que tuviéramos un accidente
no muy fuerte y no llegáramos a las
competencias. No sucedió tal, así que llegué a
tiempo y quedé más que en último lugar.
Sigo nadando en el mar con mi estilo propio.
2014
Si eres observador siempre encontrarás que tu
vida, con todo y todo, es maravillosa. No hay que
quejarse de nada, ya que siempre hay alguien con
una vida realmente difícil. Entonces ves que la tuya
no tiene mayor problema, así que disfrútala con lo
que hay.
2014
¡Cómo va uno cambiando con los años!
Aunque tengas tu sello personal, tus rasgos,
todo cambia. La cara, el pelo, los ojos. Por
lo menos en mi caso, estoy como el libro
“Mi madre/yo misma” de Nancy Friday: el
vivo retrato de mi madre.
2014
Lo de siempre: ¡qué me pongo!
Aunque el clóset esté lleno, no importa
de qué tamaño sea. «¡Qué me pongo!»
es y será el lema de toda aquella que se
precie de ser mujer.
2014
Empecé a ir a reuniones y fiestas cuando
tenía 15 años. De vestido largo, como no
sabía usar tacones iba con mis botitas de
gamuza para poder bailar. Nos sentábamos
a esperar a que alguien nos invitara a bailar.
Casi siempre era el que menos te gustaba,
o el más feo. Casi siempre éramos los
mismos, y mi mamá cose y cose vestidos
para las fiestas.
2014
Pues de la moda lo que me acomoda,
o ande yo caliente, ríase la gente. En mi
próxima vida quiero ser estilosa y usar
tacones altos.
Por lo pronto me gusta vestir muy casual.
Mi pregunta es: ¿cómo me voy a ver
dentro de cinco años?
2014
Si hay algo que me hubiera gustado en
la vida es bailar. Bailar con los tacones bien
puestos, bailar con ritmo, no con ritmo de
colegio de monjas.
Soy lo más descoordinado que hay, así que
sólo me queda soñar que bailaba.
2014
Buena pregunta. No puedo escribir sobre
mí.
2014
Al fin, virgo. Traducción: terca.
En vez de verlo como un defecto lo
veo como una cualidad.
Soy tenaz, lucho por lo que quiero
hasta lograrlo.
Aparte de todo, tengo buena suerte y
buena estrella.
2014
Cuando uno crece, es muy difícil saber qué
rumbo quiere tomar y da miedo equivocarse.
Yo siempre supe que quería ser pintora,
fotógrafa, grabadora, y sigo convencida de que
las artes son lo que me gusta y de que tomé el
camino correcto. Soy lo que quiero ser y hago
lo que me gusta hacer.
2014
Por ahí de 1967 o 1968 cortaban la
luz todos los días una hora. ¿Debido a
qué? No lo sé. Me acuerdo que me
sentaba enfrente de la ventana del
comedor que daba a la calle, veía pasar
los coches, que no eran muchos, y con
una vela encendida se hacían sombras
enormes. De ahí mi miedo a la oscuridad
por varios años y el tener una linterna o
algo que alumbre a la mano.
2014
Para cambiar un fusible, primero había que bajar
el interruptor de la luz, sacar el fusible quemado y
cambiarlo por uno nuevo. Hasta ahí todo iba bien.
Después buscaba quien subiera el interruptor por
si se electrocutaba. Hasta el día de hoy, si cambio
un foco o cambio una clavija sigo buscando quien
prenda la luz o conecte la clavija.
2014
Me acuerdo en la época que a Bellas Artes
ibas de vestido largo. Era todo un acontecimiento.
Yo me aboné todos los viernes a la Sinfónica, al
ballet, a la danza. Iba con los papás de un amigo,
los tres nada más, y luego cambiaba los boletos
en la escuela por dulces. Contaban para puntos
en clase de música
2014
¡Ah, las clases de ballet! Era yo como el
hipopótamo de la película Fantasía y bailaba las
canciones de Cri-Cri: “Me quiere la escoba y el
recogedor…”. Con esa letra tan triste, cómo me
iba a llegar la inspiración.
2014
Desde niña escuchaba «Madame
Butterfly». Me apasionaba oír cuando
caía el cuchillo de la guillotina.
Más adelante me enamoré de la voz
de Pavarotti, con el cual tuve a bien
cantar por horas y horas a grito
pelado en la terraza de mi casa a la
orilla del mar. Por suerte no tenía
vecinos y yo estaba convencida que
casi cantaba como él. Empecé a ir a
la ópera en diferentes lugares y ¡me
encanta! Aunque ya no canto.
2014
Hay que estar atento a los señalamientos en la
vida y ponerles atención. Todo tiene un significado
y te lleva a un camino o a otro. Las oportunidades
pasan una sola vez. ¡Si no las tomas, se van!
2014
Pues sí… ¡me casé tres veces! Siempre creí en el
amor y no me quedé en donde no quería estar.
Suena fácil, pero no lo es. Así que seguí buscando, y
el día que dejé de buscar, lo encontré. El amor sí
existe tal y como lo soñé.
2014
Como mujer, sueñas con casarte: el vestido, la fiesta,
la luna de miel. Te empeñas tanto en el vestido y el
arreglo y cuando pasa el tiempo -¡tu foto de boda!-
encuentras que tu vestido era el más feo. Te ves tan
anticuada…
A fin de cuentas, todo eso es lo menos importante.
2014
Es más fácil querer a muchos que no querer a
nadie. Cada persona va ocupando un espacio. Yo,
por eso lo tengo en condominio, para que quepan
muchos quereres dentro de mí.
2014
Lo que es la vida de sabia. Yo quería siete
hijos y no me llegó ninguno. Sin embargo, no
puedes extrañar algo que nunca tuviste.
Hoy soy madrastra de dos hijas encantadoras
y cinco nietos más encantadores.
2014
He de ser un ente raro, pero siempre quiero
ir a París. Física y mentalmente. Siempre hay
cosas que hacer, que ver, que comer, o
simplemente caminar y observar la ciudad y sus
movimientos, sus edificios, sus monumentos,
sus museos, sus calles, sus mercados, sus
quesos, sus aparadores, sus tiendas, sus
exposiciones. ¿Y por qué no? Siempre quiero ir
a París.
2014
Cuenta la historia que hace muchos años se
robaron el cuadro de la Monalisa y nadie se había
dado cuenta hasta que llego un maestro a ver la
obra y vio que no estaba. Y nadie sabía nada.
Buscó al director del museo y en ese momento
empezó la búsqueda del cuadro hasta que dieron
con el ladrón, que era un carpintero del mismo
museo.
El cuadro no tenía la importancia que tiene hoy,
y por lo tanto nadie lo había echado en falta.
2014
No era frecuente ir a comer a restaurantes
cuando era chica, pero el día que íbamos lo
hacíamos como si fuera el evento del año. Era
una emoción especial.
Lo que es la vida: ahora que podemos ir a
comer fuera, me gusta muchas veces más
comer en mi casa.
2014
Desde niña mi mamá me ha dicho La
Gorda. Tengo una obsesión por pesarme
a diario. Fui muy flaca muchos años,
comiera lo que comiera, hasta que el
cuerpo cedió ¡y embarnecí! La Gorda para
acá, La Gorda para allá, hasta que se me
hizo realidad.
2014
Llega uno a la edad del “a mí nunca me
había pasado”. Siempre fui delgada y comía
de maravilla, pero los años no pasan en
balde. El cuerpo cambia, y el peso, más.
Cuesta aceptarlo y hay que aprender a vivir
con él.
2014
Son difíciles los lazos de sangre. Se mezclan
muchas cosas: convivencia, sentimientos,
cariños, envidias, preferencias, malentendidos,
responsabilidades. Etcétera, etcétera, etcétera.
2014
Cuando llega a adulto uno cree que ya
todo va a ser más fácil. Qué equivocada
estaba. Hay relaciones que se descomponen
y queda uno sin más, con las ilusiones rotas.
No hay cómo repararlas. Cuando algo se
rompe ya no se pega. O queda parchado,
pero ya no vuelve a ser lo mismo. Y no tiene
que ver con querer o dejar de querer.
Simplemente es diferente.
2014
Siempre me han gustado las farmacias,
¡tienen tantas cosas! y luego todo puesto por
orden alfabético, para encontrar todo rápido,
más las cremas, shampú, cepillos de dientes,
tintes, parches del Dr. Scholl, curitas, vendas,
polvos, ampolletas, peines, plantillas para
zapatos, esponjas, pasadores, maquillajes,
pinzas para cejas, barniz de uñas, tijeritas,
tijerotas, limas, jarabes, chocolates, laxantes,
cremas de concha nácar, glicerina, agua de
rosas, jabón del Tío Nacho, goma de pelo,
crema de rasurar, cremas embellecedoras
milagrosas, rastrillos, pastas de dientes,
etcétera, etcétera, etcétera.
2014
Cuando era chica, el doctor venía a verte a
la casa cuando te sentías enfermo y de su
maletín sacaba cualquier cantidad de cosas
para revisarte y curarte. Milagrosamente
siempre traía el remedio y una paletita para que
te curaras pronto. Y lo mejor, cuando te decía
que no fueras a la escuela al día siguiente. En
ese momento empezaba la mejoría.
2014
¡Pánico! Pánico! ¡Pánico a los temblores
desde siempre! La loca de la casa soy yo, es
a la única que le dan pánico. Me tocó el
terremoto del 85 aquí en la ciudad. Sola y mi
alma cuando yo vivía en Cancún, ¡me tuvo
que tocar! Creí que me iba a morir, pero de
miedo. Aquí sigo.
2014
De niña, a veces jugaba con mi papá al
ajedrez. No me gustaban mucho los juegos
de mesa, hasta el día de hoy sigo igual.
Pero el ajedrez es interesante. No es un
juego de suerte, es de pensarse.
2014
Para lo único que no estamos preparados en
la vida es para morir, y es lo único que todos
tenemos seguro. Es el miedo a lo desconocido.
Y entonces, ¿qué vamos a hacer?
2014
¿Por qué nos entra nostalgia por la infancia? Será
porque es la vida sin grandes responsabilidades, por
los juegos, los amigos, el imaginarnos qué vamos a
ser de grandes, las travesuras.
Pero, sobre todo, la inocencia es la parte más bonita
de la niñez: cuando creemos que nos trae la cigüeña,
que vienen los Reyes Magos, el ratón de dientes, la
coneja de Pascua poniendo huevos. Esa es una vida
feliz que desgraciadamente no todos los niños
pueden tener.
2014
La historia de mi amigo: cuando cumplió 70 años
vio que el tiempo se le acortaba y entró en pánico.
Creo que la muerte siempre trae inseguridad.
¿Qué sigue? ¿No sigue nada? Es el miedo a no saber
qué pasa, qué se siente, el no estar preparados.
¿Cómo me va a llegar? ¿Voy a estar solo? Así que
aquí lo estoy velando para que vea lo que se siente.
2014